martes, 21 de octubre de 2008

Confesión

Y hoy me ha vuelto a entrar el pánico.

Y esta es mi confesión:
No sé jugar al Parchis sin hacer trampas.
No soy persona si no duermo un mínimo de 7 horas.
A veces soy tan insegura que una palabra me duele en el alma.
A veces soy tan segura que soy capaz de decir que amo a alguien sin que esa persona lo supiera y delante de una multitud.
No me miro casi nunca en el espejo pero si me miro y me veo horrible me pongo de mal humor.
No soporto depender de nadie, pero a la que me despisto la gente que me rodea es tan importante para mi que una palabra suya podría hacerme llorar.
Odio los bichos pequeños que se mueven de una forma impredecible, pero soy incapaz de matarlos.
Tengo la costumbre de hacerme la tonta para acercarme a la gente.
Soy muy payasa, pq me cuesta horrores admitir mis tristezas ante la gente.

No dejo que casi nadie se me acerque.

Soy demasiado exigente conmigo misma, y demasiado tolerante con los demás.
Me pongo de mal humor cuando veo que alguien al que quiero no sabe ser feliz sin su pareja.
Me vuelvo intolerante cuanto hieren a alguien al que quiero.
Me tengo que lavar el pelo cada día para sentirme bien.
El desorden a mi alrededor me traslada a una sensación de caos.
Creo en las personas aunque una y otra vez me han hecho daño ( y a veces adrede).
La dureza en algunas palabras se me queda grabada durante muchísimos días.
La amabilidad y la comprensión me ganan en 5 seg.
Me se débil y a la vez fuerte como el hierro.
Tengo debilidad por la inteligencia.
Me gana el sentido del humor.
La sensación de abandono me invade cuando menos lo espero y tristeza se apodera de mi.
No se si seré capaz de confiar en alguien al 100%, y aun así no soy capaz de desconfiar de la gente.
....

Y soy tan imperfecta que es imposible que sea quien tu quieres que sea... y encima me entra el pánico verte mirarme así.


4 comentarios:

Cachovatio dijo...

No sé hasta qué punto es conveniente esa confesión en un mundo tan deshumanizado como éste. A mí me deja, cuando menos, perturbado. Y eso no me gusta.

Bruma dijo...

Eres perfecta e imperfecta en la dualidad palpable del ser humano. Es precioso que puedas palpar esa dualidad, no dejes de hacerlo, de mirarte, de aceptarte, y comprenderte, como harías con otra persona.

Abrazar-se... :)

pilar dijo...

Mi niña, muuuaaaakkkkksssss!!!!

Candy dijo...

Yo hago mías unas cuantas para describirme a mí. :)
Un abrazo.