Invoco a los espíritus y a las sombras,
para que te susurren al oído
los secretos mas profundos de mis ojos.
Invoco al viento,
a los árboles,
al sol,
para que te cojan de la mano
y te traigan hasta aquí.
Te estoy esperando.....
¿no lo ves?
domingo, 26 de octubre de 2008
Lectura
En el fondo, no creo que haga falta ningún talento especial para que una persona se eleve del suelo y permanezca suspendida en el aire. Todos lo llevamos dentro- hombre, mujeres y niños-, y con sufueciente esfuerzo y concentarción, todo ser humano es capaz de duplicar las hazañas que yo realicé cuando era Walt el Niño Prodigio. Tiene que aprender a dejar de ser tú mismo. Ahí es donde empieza, y todo lo demás viene de ahí. Debes dejarte evaporar. Dejar que tus músculos se relajen, respirar hasta que sientes que tu alma sale de ti, y luego cerrar los ojos. Así es como se hace. El vacío dentro de tu cuerpo se vuelve más ligero que el aire que te rodea. Poco a poco, empiezas a pesar menos que nada. Cierras los ojos; extiendes los brazos; te dejas evaporar. Y luego, poco a poco, te elevas del suelo. Así.
1 comentario:
Fantastico y energético. Me ha encantado ese trocito. Me apunto el libro, P.auster tiene un estilo unico, me gusta.
Gracias por seleccionarlo y compartirlo.
Un besou!
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