domingo, 26 de octubre de 2008

Lectura

En el fondo, no creo que haga falta ningún talento especial para que una persona se eleve del suelo y permanezca suspendida en el aire. Todos lo llevamos dentro- hombre, mujeres y niños-, y con sufueciente esfuerzo y concentarción, todo ser humano es capaz de duplicar las hazañas que yo realicé cuando era Walt el Niño Prodigio. Tiene que aprender a dejar de ser tú mismo. Ahí es donde empieza, y todo lo demás viene de ahí. Debes dejarte evaporar. Dejar que tus músculos se relajen, respirar hasta que sientes que tu alma sale de ti, y luego cerrar los ojos. Así es como se hace. El vacío dentro de tu cuerpo se vuelve más ligero que el aire que te rodea. Poco a poco, empiezas a pesar menos que nada. Cierras los ojos; extiendes los brazos; te dejas evaporar. Y luego, poco a poco, te elevas del suelo.
Así.
Mr. Vértigo, Paul Auster

1 comentario:

Bruma dijo...

Fantastico y energético. Me ha encantado ese trocito. Me apunto el libro, P.auster tiene un estilo unico, me gusta.

Gracias por seleccionarlo y compartirlo.

Un besou!