sábado, 11 de octubre de 2008

Lectura

-En realidad,señor representante, nosotros no queríamos otro hijo. El tercero nació porque probamos un preservativo agujereado..., ya sabe, de esos que vendemos a los que quieren morir por contagio sexual.
Lucrèce sacude la cabeza con gesto de contrariedad por ese revés del destino.
-Reconocerá que, para una vez qie probamos uno de nuestros productos, no se puede decir que tuviéramos precisamente un golpe de suerte.
-Ah, los preservativos de La Muerte me la Suda tienen garantía de porosidad. Debería haber confiado en nosotros- replica el representante.
-Así y todo...- suspira la madre de Alan, el cual aparece en ese momento en la tienda.
-¡Hola, mamá! ¡Hola, papá! ¡Hola, señor!- dice, yendo por iniciativa porpia a besar educadamente al representante en ambas megillas-. ¿Habéis visto? está lloviendo. Es estupendo. Hace falta agua, ¿eh?
La tienda de los suicidas, Jean Teulé

5 comentarios:

Unknown dijo...

La barra lateral del teu blog és una meravella de cinema!

Josep dijo...

com t'ho has fet?

Josep dijo...

Com t'ho has fet per aconseguir que text i imatge lliguin correctament?

(aquesta era la pregunta)

Unknown dijo...

sinceramente pasaba curioso a visitar y me voy alegremente sorprendido del contenido....

el extracto del libro es muy prometedor, es muy posible que no pueda evitar su lectura...
saludos cariñosos

y con respecto a su invitación de cine es posible que la acepte, solo hay dos imagenes que me hacen dudar..... al tiempo

Soy ficción dijo...

Vaya, que alegria de vivir tiene el chico, me asusto y todo :)