A veces conseguimos olvidarnos de todo lo sucedido, y somos capaces de dejarnos llevar por la corriente que nos empuja hasta un lugar desconocido... o quizá ese viejo lugar que creíamos olvidado.
Cerramos los ojos, si sentimos a alguien cerca le cogemos la mano, y nos dejamos arrastrar hasta ese lugar que simplemente nos hace Sentir.
Toda la desconfianza, el miedo, el recelo, las dudas... todo queda en pausa, en un rincón, mirando y deseando poder ser por fin olvidados.
Lástima que no pueda ser tan fácil.