martes, 19 de mayo de 2015

Como volver a nacer de la nada. Como ese murmullo que te susurra al oido viejas melodías que creías olvidadas. Te miras al espejo y ya casi no te reconoces. Porque ya casi no estás.
Esa sensación de vacío. De pérdida. Esa sensación que creías que te había dejado libre. Pero no, no eres libre.
Estas atrapada.
Atrapada en una vida que no sientes tuya. Rodeada de gente que no te ve y no te siente.

Como vivir? Como sentir? Como amar?... si hay veces que solo sientes oscuridad.


martes, 28 de mayo de 2013

Olivier

 
El día en que viniste al mundo fue un día difícil.

Siempre había soñado en poder participar de alguna forma en tu nacimiento, en que enseguida te abrazaría para no soltarte jamás, en que disfrutaría de cada uno de tus movimientos, miradas, llantos, caricias… desde ese mismo momento y hasta siempre.
Pero no pudo ser así.

Escribo esto porque, a pesar de todo, ese fue tu día. Ese fue el día en que nos conocimos, y en que una familia ansiosa por quererte estaba esperándote en la habitación. Ese fue el día en que tu padre lloro por mi dolor, y por tu alegría.

Debo aceptar cada minuto de ese día porque quiero que un día puedas escuchar tu historia no desde el dolor sino desde el amor. El amor que ahora siento por ti. Un amor profundo, dulce e infinito.

Mi niño, eres lo mejor que nos ha pasado. Los inicios a veces son situaciones que nos pone la vida por delante que solo debemos aceptar para seguir adelante. Encontrar el centro, la fuerza, el sentimiento justo para poder digerir y así querer sin limites.

Así que ese va a ser mi trabajo. Aceptar el regalo que nos dio la vida, y los momentos difíciles que entonces vivimos.

Te quiero.

sábado, 9 de marzo de 2013

Nacer

Creí morir de dolor. Suplique para que todo terminara. Y al final, después de 16 horas, llego a nuestras vidas un nuevo ser.

Y yo dejé de ser yo.

Nunca pensé que sentiría la inquietud y la tristeza que siento al verme en el espejo de al lado. No estoy a la altura de lo que esperaba de mi misma. Veo reproche y dudas en los ojos que a veces se atreven a mirarme... Y yo solo siento miedo.

Miedo de mi. Del presente. De un posible futuro. De saberme tan imperfecta y débil. De sentirme tan sola rodeada de llantos. De querer huir. De querer tanto. De desear volver a meter dentro de mi ese nuevo ser. 

Miedo de nunca más volver a ser yo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Imperfecta

Es difícil vivir teniendo la absoluta certeza de que eres tan terriblemente imperfecta.

Lo confieso, hubo una época en mi vida en que quería cambiar eso. Pretendía controlar lo que sentía. Siempre hacía las cosas con esmero y delicadeza para que nada quedara fuera de su sitio. Miraba a la gente desde lejos (así es mas fácil) y con cuidado los analizaba para darles lo que querían. Nunca me quejaba, porque pensaba que nadie quiere a su lado a alguien que no es siempre absolutamente feliz con todo. Cepillaba cada día a mi gato para que estuviera guapo. Casi no comía porque estando mas delgada todo parecía mas fácil. Limpiaba mi casa cada día para ver orden siempre a mi alrededor. Nunca pensaba en lo que me faltaba porque eso era una debilidad. Cuando contaba cosas de mi vida obviamente trágicas lo hacía como si fuera un cuento, la vida de una desconocida. Nunca dije en voz alta cosas horribles que me cambiaron para siempre y supe esconder. Nunca supe admitir en voz alta mi desconfianza hacía los demás. Intentaba siempre sonreír y hacerme la tonta con los hombres, porque pensaba que la gente prefiere algo hermoso a su lado antes que algo inteligente. Tenía miedo de ser sincera con mis amigos en cosas que creía injustas por miedo a perderles. Conseguí tener todas mis estanterías de libros ordenador alfabéticamente. Mis facturas ordenadas por meses. Toda mi ropa interior doblada y clasificada. Envidie el éxito y la osadía de viejas enemigas. Desee ser otra persona, una persona mejor y simplemente perfecta.


Ahora ya no soy capaz de recordar lo que comí ayer, no encuentro un conjunto de sujetador y braguitas en mi cajón, no puedo contener mis lágrimas cuando algo me duele, me cuesta entender la vida que esta por venir sin la gente que me falta... a veces creo vivir en el caos. Pero en ese caos estas tu. Y eso lo hace todo perfecto.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Siempre Me Quedará


Me cuesta abrir los ojos 
y lo hago poco a poco,
no sea que aún te encuentre cerca.
Me guardo tu recuerdo
como el mejor secreto,
que dulce fue tenerte dentro.

Hay un trozo de luz
en esta oscuridad
para prestarme calma.
El tiempo todo calma,
la tempestad y la calma.

Siempre me quedará
la voz suave del mar,
volver a respirar la lluvia que caerá
sobre este cuerpo y mojará
la flor que crece en mi,
y volver a reír
y cada día un instante volver a pensar en ti.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Exite el perdón?


¿Existe el perdón?
¿Puede uno después de la decepción empezar de 0?

Sería perfecto que la respuesta fuera un si. Que de repente pudiéramos apartar todo lo vivido. Dejarlo como una mera experiencia, como algo que hemos aprendido del nosotros mismos y de los demás... y volver a empezar.
¿Somos capaces de apartar el dolor y el rencor para mirarnos cara a cara y volver a empezar?

Porque cada día existe un momento en el que el valor de las personas es claro y nítido. Y da igual todo lo que se ha pasado porque el deseo de recuperar es mas fuerte. Los recuerdos y todo lo compartido lo puede todo. Y el pensar en todo lo que se dejó de vivir y compartir pesa como el cemento.

Pero si intentamos reconstruir lo que ya perdimos vamos a caer en el mismo agujero?
Estamos condenados a cometer los mismos errores una y otra vez con la misma gente?


martes, 12 de julio de 2011

Nostalgia


Nostalgia, esa es la palabra escondida.

¿He nacido para echar de menos? Aprender a vivir con lo que tenemos... donde queda lo demás?
Escondido entre los sueños que de vez en cuando se atreven a susurrarte al oído que vuelvas. Ese lugar azul, salado, del que en realidad perteneces y nunca deberías haber dejado olvidado. Vuelve. Las oyes? Escriben tu nombre en la arena para que reconozcas el camino.
Construir una vida. Ser algo distinto. Que podía sobrevivir fuera del agua. Pero, a veces, me faltan las grietas de la sal, la arena, la piel quemada por el sol.
Soy lo que tengo? Soy lo que pude ser?
Quizá simplemente todo se reduce a nada.

domingo, 3 de abril de 2011

Lectura


En ese momento me di cuenta de que las hormigas sí disponen de líquido lagrimal. Pero no brota de los ojos hasta que el dolor es insoportable: como el mío en aquel instante. Lloré como nunca había llorado una hormiga.
Alex y Lilly volvieron a la habitación. Me sobrepuse; Lilly no tenía que verme llorar. Claro que, de todos modos, no me habría visto llorar, yo era demasiado pequeña, pero era una cuestión de principios.
Alex tapó cariñosamente a Lilly y le leyó Pippi Calzaslargas. Pero, por muy divertidos que fueran algunos pasajes con la señorita Prysselius, Lilly no se rió ni una sola vez.
Después de leerle tres capítulos, Alex apagó la luz y se quedó tumbado junto a ella hasta que se durmió la pequeña. Se notaba lo mucho que se preocupaba por Lilly.

Al oír sus pequeños y dulces ronquidos, Alex se levantó con mucho cuidado. Caminó a hurtadillas hasta la puerta, volvió a mirar Lilly, ya dormida, respiró hondo y salió triste del cuarto.

Ahora yo estaba sola con mi pequeña.

Me acerqué a su cara. No se movió aunque is seis piececitos seguramente le hicieron cosquillas. Dormía profundamente. Le susurré "Te quiero", y le di un besito de hormiga en el labio inferior.

Luego me tumbé sobre su mejilla. La respiración rítmica de la pequeña me meció hasta que yo me dormí dulcemente.

Maldito Karma, David Safier

lunes, 28 de febrero de 2011

Lectura


El dos gana al uno. El uno es mejor que el cuatro. El tres puede bastar o pasarse. El cinco es llegar demasiado lejos. El seis, un delirio.
Ahora va avanzando, adentrándose cada vez más en el inframundo de su propia nada, el lugar de su interior que coincide con todo lo que ella no es. Sobre su cabeza el cielo es gris, azul o blanco, a veces amarillo o rojo, en ocasiones púrpura. Bajo sus pies la tierra es verde o parda. Su cuerpo se yergue en la confluencia del cielo y la tierra, y es suyo y de nadie más. Sus pensamientos le pertenecen. Sus deseos también. Encallada en el reino del uno, invoca al dos, el tres, el cuatro y el cinco. A veces seis. En ocasiones incluso el sesenta.
Sunset Park, Paul Auster

lunes, 24 de enero de 2011

Lectura


Todos nos aguantamos con el corazón clavado en la tripa y en la garganta. Sin hacer ruido. No queremos que lo oigas. Es espantoso el ruido de un corazón cuando se rompe. Como un huevo a punto de abrirse aplastado por un bulldozer de porcelana. No queremos que comprendas. ¿Sabías? Queremos seguir oyendo un poco del tú y del nosotros funcionando con normalidad, con palabras, y sin tubos de plástico. ¡Queremos "antes" y ahora! "Señores, señoras, por favor, diríjanse a la salida" No pueden arrebatarte así a una madre. ¡Quiero quedarme! La operaré, durmiendo pegadito a ella, veréis cómo se despierta. ¡El sol entre sus dedos, ya veréis, ya veréis! ¡Vamos! Si las enfermeras, con sus ojos cubiertos de párpados, lo dicen, debe de ser cierto: se acabó. No he conseguido retorcer los relojes, cambiar el curso de nuestro destino, no he conseguido hacer magia, ni he conseguido el amor, ni la medicina, ni nada.
Lisa ha tirado su corazón contra la pared, papá va a recogerlo. Yo he tirado mi corazón contra la pared, papá va a recogerlo. Me tiro contra la pared, papá va a recogerme.

La alargada sombra del amor, Mathias Malzieu