lunes, 1 de septiembre de 2008

a veces...


A veces, en medio del océano aparece alguien que te da la mano.
No sabes si es el destino, la casualidad, la suerte... pero esta claro que uno o quizá todos se ponen de acuerdo, se concentran, y te regalan un amigo.
No siempre lo sabemos ver, y a veces quizá no lo queremos... pero cuando todo se alinea y te sientes capaz de aceptar un regalo tan importante se produce un cambio en tu vida.

Tienes a alguien al lado al que poco a poco vas aceptando como parte indiscutible de ti mismo, y al que ansias ver para explicar, para callar... para compartir todas las decepciones y tristezas, alegrías y locuras que te acompañan.
Y al que darías tu mano para tocar, tu ojos para ver, tu boca para hablar y tu corazón para compartir.

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