martes, 24 de marzo de 2009

Lectura


Y se imaginó también cómo al poco sus movimientos se volvían más sinuosos, su bracear más amplio y armónico; cómo sus pies, tiesos como aletas, se movían a la vez y su cabeza se volvía hacia la superficie, por donde aún se filtraba un poco de luz;cómo salía a flote y respiraba y, nadando con la corriente, se dirigía a un lugar nuevo, toda la noche, y finalmente llegaba al mar.
Abrió los ojos; allí seguía el cielo azul, límpido e inmenso, sin una sola nube.
Mattia estaba lejos. Fabio estaba lejos. El agua corría con un murmullo quedo, soñoliento.
Se vio de nuevo tendida en aquel barranco, en la nieve, en medio de un silencio perfecto. Tampoco ahora nadie sabía dónde estaba; tampoco ahora vendrían por ella. Tampoco ella lo esperaba ya.
Sonrió al cielo terso. con un poco de esfuerzo podría levantarse sola.

La soledad de los numeros primos, Paolo Giordano

1 comentario:

Unknown dijo...

parece tan interesante como angustiosa.....

oye me encantó la canción de cat power, no conocia el grupo....
y el texto tambien resulta inquietante....
espero que tengas suerte y sea el tuyo

un abrazo